12 de mayo - 23 de octubre 2011
10:00 - 18:00, de martes a domingo
Museo de Arte Carrillo Gil
“Pinturas transportables”, como las llamaba el propio Siqueiros, quien consideraba bocetos que tarde o temprano desembocarían en un mural, es lo que presenta esta exposición, única en su tipo, que conjunta aproximadamente ochenta pinturas y dibujos que nos muestran el interés y profundo estudio que tenía el gran muralista sobre los elementos que conforman el paisaje; horizontes abiertos, cordilleras volcánicas, formas turgentes y hasta los primeros planos de superficies telúricas, una experiencia absolutamente emocional y dramática. Como todo en la obra de Siqueiros, el paisaje se mueve, vibra, sus volúmenes se desproporcionan para exaltar su monumentalidad.
Además, en Siqueiros Paisajista, encontrarán una importante selección de fotografías y documentos que dan cuenta de su importante faceta como paisajista. Para ahondar en el análisis dedicado a este género en su obra, doce ensayos temáticos, reunidos en un catálogo a la venta, refuerzan las tesis que conforman los núcleos curatoriales de esta exposición así como las obras reunidas, revisando cuatro décadas de trabajo plástico. Entre los colaboradores se encuentran: Irene Herner, Esther Acevedo, Manuel Marín, Jorge Reinoso y Laura González.
La curaduría e investigación de la muestra estuvo a cargo de Itala Schmelz, Alberto Torres, América Juárez y Christopher Fulton. Esta exposición, primera en su tipo en ser presentada, incluye aproximadamente la mitad de los ciento cincuenta paisajes que Siqueiros produjo durante su vida y es el resultado de más de tres años de colaboración que comprende la reunión de obras de arte de más de veinte museos, colecciones privadas de México y Estados Unidos. Asimismo, revela al renombrado muralista mexicano David Alfaro Siqueiros como uno de los más grandes paisajistas. Con una selección de sus obras y dibujos más importantes en este género, la exhibición muestra la visión dinámica del artista sobre el paisaje y el medio ambiente. Utilizando paletas explosivas de color y técnicas experimentales, las imágenes están cargadas de emociones, de creación y destrucción siempre presentes en el arte de Siqueiros.
Siqueiros no pintaba al natural, más bien fotografiaba y coleccionaba fotos, incluso compró varias imágenes aéreas realizadas por la primera Compañía Mexicana de Aerofoto, de ahí, su particular perspectiva curvilínea, mejor conocida como paisaje cósmico. Gran parte de su obra refleja lugares específicos y describe la topografía mexicana, pero cuando se encontró tras las rejas del Palacio Negro de Lecumberri, en los años sesenta, tuvo que cerrar los ojos para recordar el afuera, creando los paisajes imaginarios más sorprendentes.
En la exposición se recorren raíces arbóreas, ejércitos indígenas, ciudades en llamas, urbes futuristas, progreso y ciencia, desastres y transformaciones industriales, además de fotografías muy selectas de este gran promotor del México moderno; en Siqueiros Paisajista se conjugan pues, cuatro décadas de su producción, en una narrativa visual que involucra a las obras entre si con el fin de reconstruir su paisaje en 360 grados.
Después de haber presentado esta excelente propuesta en el Museum of Latin American Art (MOLAA) de Long Beach, California, con un rotundo éxito que en tan solo 4 meses recibió 14 mil visitantes, y fue seleccionada por The Angeles Times como una de las 10 mejores exposiciones de 2010, además de captar el interés del reconocido crítico Christopher Night, el Conaculta, el Instituto Nacional de Bellas Artes y el Museo de Arte Carrillo Gil, tienen el agrado de invitar al pueblo mexicano a gozar de esta magnífica exposición a partir del 12 de mayo en el primero y segundo piso.
El papel desempeñado en esta exposición por el Museo de Arte Carrillo Gil es particularmente especial puesto que su fundador, el Dr. Alvar Carrillo Gil, quien fue no sólo médico, empresario, coleccionista de arte, sino un coleccionista de la obra de Siqueiros a lo largo de su vida, compartió una amistad con el artista por más de treinta años. Numerosas piezas en esta exposición son de la colección que ahora alberga el Museo de Arte Carillo Gil, en la Ciudad de México. A través de su amistad con Siqueiros, Carrillo Gil reunió una de las mayores colecciones de obras de Siqueiros; más de cuarenta y cinco pinturas de caballete. Ocho de los paisajes más significativos de esta exposición provienen de la colección del MACG.
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